Dados
Los dados son vela de velero, locomotora de tren, caballos de carro: pieza clave en esto del rol. La primera vez que uno se pone cara a cara con un juego completo de dados, parece que algún aficionado a las figuras geométricas se ha puesto a divagar, tal y como hace aquí el que junta estas letras, y resulta que al final acabamos descubriendo todo un mundo más allá del clásico dado de puntitos del parchís. Y es que, a poco que entras en el mundillo, ves que no solo tienen utilidad sino que además existen diferentes cantidades, diseños y tamaños. Puedes escoger lo que más vaya contigo o hacer acopio por si llega el fin del mundo y cierran todas las tiendas; porque la verdad es que todo rolero se ha dedicado en algún momento a acumular un buen puñado de dados. Una partida se rige por ciertas normas, el sistema de juego que indica qué es lo que se puede hacer y qué no. El dado pone sobre la mesa esa chispa de azar, nervio y expectación que ofrece el toque extra de interés. Ante